viernes, 3 de abril de 2009

GASES DE INVERNADERO Y SU INCIDENCIA EN EL CALENTAMIENTO GLOBAL

¿Cómo perjudica el cambio climático a la agricultura?

El cambio climático, que se está produciendo en un período de creciente demanda de alimentos, semillas, fibra y combustible, podría dañar irreversiblemente la base de recursos naturales de la que depende la agricultura. La relación entre el cambio climático y la agricultura es un camino bidireccional: la agricultura contribuye al cambio climático de varias formas importantes y el cambio climático en general afecta negativamente a la agricultura.En las regiones de latitudes medias o altas, los aumentos locales moderados de temperatura pueden tener pequeños efectos beneficiosos en el rendimiento de las cosechas; en las regiones de latitudes bajas, esos ascensos moderados de la temperatura probablemente incidan negativamente en el rendimiento. Algunos de los efectos negativos son visibles ya en muchas partes del mundo. Un calentamiento adicional repercutirá cada vez más negativamente en todas las regiones. La penuria de agua y los períodos en que hay disponibilidad de agua limitarán cada vez más las producciones. El cambio climático requerirá una nueva visión del almacenamiento de agua a fin de hacer frente a los impactos de precipitaciones mayores y más extremas, mayores variaciones intra e interestacionales y tasas más elevadas de evapotranspiración en todos los tipos de ecosistema. Los fenómenos climáticos extremos (inundaciones y sequías) van en aumento y se calcula que su frecuencia y magnitud se incrementarán y que probablemente afecten de forma considerable a todas las regiones por lo que respecta a la producción forestal y de alimentos y a la seguridad alimentaria. Existe un riesgo serio de conflictos futuros por tierras habitables y recursos naturales tales como el agua dulce. El cambio climático está afectando a la distribución de plantas, las especies invasivas, las plagas y los vectores de enfermedades y es posible que aumenten la incidencia y la localización geográfica de muchas enfermedades del ser humano, los animales y las plantas.Es menester adoptar un enfoque general con un marco regulatorio equitativo, responsabilidades diferenciadas y metas intermedias para reducir las emisiones de GEI. Cuanto antes se reduzcan las emisiones, y cuanto más radical sea esa reducción, más rápido se acercarán las concentraciones a la estabilización. Las medidas de reducción de las emisiones son, a todas luces, esenciales porque pueden surtir efecto debido a la inercia en el sistema climático. Sin embargo, dado que es inevitable que se produzcan nuevos cambios en el clima, la adaptación resulta también imprescindible. Las medidas tendentes a afrontar el cambio climático y fomentar el desarrollo sostenible comparten algunas metas importantes, como el acceso equitativo a los recursos y a las tecnologías adecuadas.Se han determinado ya algunas medidas de atenuación doblemente beneficiosas que comprenden enfoques de utilización de la tierra, por ejemplo, tasas inferiores de expansión agrícola en los hábitats naturales, la forestación, la reforestación, la intensificación de los esfuerzos por evitar la deforestación, la agrosilvicultura, los sistemas agroecológicos y el restablecimiento de tierras y praderas infrautilizadas o empobrecidas, así como opciones de utilización de la tierra como el secuestro de carbono en terrenos agrícolas, la reducción y un uso más eficiente de los insumos nitrogenados, la gestión eficaz de los abonos y el uso de piensos que aumenten la eficiencia digestiva del ganado. Las opciones normativas relacionadas con la reglamentación y las posibilidades de inversión comprenden incentivos financieros para mantener y aumentar las zonas forestales mediante una reducción de la deforestación y la degradación, así como una mejor gestión y un mayor desarrollo y utilización de fuentes de energía renovables. El régimen posterior a 2012 debe incluir en mayor medida todas las actividades agrícolas como la reducción de la emisión debida a la deforestación y la degradación del suelo para aprovechar plenamente las oportunidades que ofrecen los sectores agrícola y forestal

¿Cuáles son las posibilidades de acción?

Los pequeños agricultores se beneficiarían de un mejor acceso a los conocimientos, la tecnología y los créditos y, sobre todo, de mayor poder político y mejores infraestructuras. Se necesitan leyes que les garanticen el acceso a la tierra y a los recursos naturales, así como derechos de propiedad intelectual más justosGarantizar la seguridad alimentaria no es simplemente una cuestión de producir lo suficiente para comer: además, los alimentos deben estar disponibles para quienes los necesiten. Algunas acciones políticas para facilitar el acceso a los alimentos son reducir los costes de transacción para los pequeños productores, fortalecer los mercados locales y mejorar la seguridad y la calidad de los alimentos. A nivel mundial, es necesario que haya sistemas que controlen los cambios bruscos en los precios y los eventos climáticos extremos, que podrían conducir a la escasez de alimentos y al hambre causada por las subidas de preciosLa agricultura sostenible es aquella que mantiene la productividad al tiempo que protege la base de recursos naturales.Ciertas posibles acciones son desarrollar prácticas de bajo impacto, como la agricultura orgánica, y proporcionar incentivos por la gestión sostenible del agua, el ganado, los bosques, y la pesca. La ciencia y la tecnología deberían centrarse en garantizar que la agricultura no sólo proporcione alimentos, sino que también cumpla funciones medioambientales, sociales y económicas, tales como mitigar el cambio climático y preservar la biodiversidad. Los responsables políticos podrían eliminar los subsidios que fomenten prácticas insostenibles, y proporcionar incentivos por la gestión sostenible de los recursos naturales10.5 Para conseguir una mayor equidad en la agricultura es necesario invertir en llevar la tecnología y la educación a las zonas rurales. El acceso equitativo a la tierra y al agua es imprescindible. Las partes interesadas deberían tener voz en las decisiones sobre el uso y la gestión de los recursos naturales, el acceso a la tierra, los créditos y los mercados, los derechos de propiedad intelectual, las prioridades comerciales, y la protección del medio ambiente rural. Pero sobre todo, los agricultores deben ser recompensados por su trabajo mediante precios justos y equitativos para sus productos.

México: afecta cambio climático productividad agrícola


Especialista reconoce que los cambios en la atmósfera propician que las plantas crezcan más rápido, pero tengan un rendimiento más bajoGUADALAJARA, JALISCO.-Además del volumen de lluvias y el deshielo de los polos, el cambio climático está modificando la productividad de los cultivos agrícolas, así como la calidad de los vegetales y hortalizas. El catedrático de la Universidad de Minessota, Estados Unidos, Sagar Krupa, dijo que los cambios en la atmósfera han propiciado que las plantas crezcan más rápido, pero a la vez tengan un rendimiento más bajo. Esto va ligado a una baja en la calidad de los productos agrícolas, por la alta concentración de bióxido de carbono (CO2), cuyo volumen aumenta aproximadamente 1% al año, el cual contribuye al calentamiento, pero a la vez es un gas fertilizante. “Por ejemplo, en Europa, donde hay muchos invernaderos, los granjeros meten CO2 para que las hortalizas crezcan más grandes, pero hay un problema: alcanzan gran tamaño por la excesiva acumulación de almidón. La nutrición de un cultivo es controlada por la equilibrada proporción entre hidratos de carbono y proteínas, de manera que cuando hay más almidón que proteínas, el alimento pierde parte de sus nutrientes. Éste será un problema más serio en países pobres de África y el este de Asia”. Durante el curso “El cambio climático global y la agricultura sostenible”, organizado por el Centro Universitario de Ciencias Biológicas y Agropecuarias de la UdeG y la Sociedad Mexicana de Agricultura Sostenible, Krupa explicó que otro problema que enfrentarán los agricultores, es la escasa disponibilidad de agua dulce. De acuerdo con el Panel intergubernamental de cambio climático de la Organización de Naciones Unidas, para el año 2050, 40% del agua dulce desaparecerá a causa del calentamiento global. De seguir las tendencias actuales, los cultivos tropicales serán desplazados hacia el Norte. Ejemplificó con el caso de Estados Unidos, país en el que, por tradición, el sorgo es plantado en los estados al sur, y el maíz, en los del norte.“Esto ha comenzado a cambiar, pues si vamos por la carretera, podemos observar que los cultivos del sorgo están avanzando hacia el norte”. Aprovechar las áreas cultivables, enfatizó, será un problema de tipo social, porque los granjeros no quieren cambiar sus cultivos. Si los productores de trigo quieren cambiar a cultivar girasol, tendrían que modificar también los procesos de producción industrial. Esto será un problema, porque se requiere más dinero y la evolución no será posible de manera inmediata, sobre todo para las grandes compañíasLa poca presencia de glaciares en el Popocatépetl, el Iztaccíhuatl y el Pico de Orizaba son señal de que el cambio climático afecta el territorio nacional y una de sus expresiones es la reducción del grosor y la extensión del hielo en esos volcanes, explicó Víctor Magaña, investigador del Centro de Ciencias de la Atmósfera.El especialista –previo a su participación en el seminario ¿Te interesa el futuro del cambio climático y su impacto en el medio ambiente?– explicó que ya se identifican efectos del calentamiento global que podría ocasionar aumento en las temperaturas, cambios en los patrones de lluvia y la presencia de eventos extremos. “Cada vez detectamos más señales directas, como el aumento del nivel del mar y la reducción del espesor de los glaciares, todo esto indica que México no está exento del cambio climático”, indicó.Consideró que hay escenarios a futuro que dependerán del comportamiento de la sociedad mundial, aunque las noticias no son muy buenas, “seguimos el patrón del peor escenario, que es el de mayores emisiones, no el de menos; por lo que de inmediato se requieren acciones y compromisos”.Explicó que los glaciares de los volcanes han ido desapareciendo y “en los dos primeros casi no queda nada. El Pico de Orizaba va en el mismo sentido de reducir su grosor y su extensión. La temperatura sube y ya no se produce hielo; lo tomamos como una señal de que nos está afectando”.Aseveró que hay riesgos en la producción de ciertos cultivos, pero quizá lo que más afecte al agro son las estrategias en el sector, “la agricultura de temporal es vulnerable porque los suelos se han acabado, porque hemos alterados las condiciones ambientales de la agricultura y los campesinos no reciben apoyos; todos estos elementos crean una alta vulnerabilidad y a veces no se requiere cambio climático para afectar, este sector”.El análisis del riesgo, indicó, lo debemos ver desde la vulnerabilidad que construimos como sociedad y en el clima, “la combinación de estos aspectos es lo que da la afectación, que cuando se materializa provoca un desastre”.En cuanto a los resultados de la Conferencia de las Partes de Cambio Climático efectuada en Bali en diciembre pasado, dijo que “son poco alentadores y a la comunidad nos hubiera gustado ver compromisos más serios de los países desarrollados para reducir emisiones, y comenzar a ver que el camino que seguiremos fuera el menos peligroso, pero la decisión de los gobiernos no parece ir por ahí”.Agregó que esta situación lleva a un escenario pesimista, “depende de los políticos que estén al frente de los países desarrollados. Las medidas de la Unión Europea son importantes y creo que mantiene un liderazgo en la materia de reducir emisiones, pero vamos a necesitar compromisos de naciones como Estados Unidos, China e India”.

GASES DE EFECTO INVERNADERO


Se denominan gases de efecto invernadero (GEI) o gases de invernadero a los gases cuya presencia en la atmósfera contribuye al efecto invernadero. Los más importantes están presentes en la atmósfera de manera natural, aunque su concentración puede verse modificada por la actividad humana, pero también entran en este concepto algunos gases artificiales, producto de la industria.No todos los componentes de la atmósfera contribuyen al efecto invernadero. Los gases de invernadero absorben los fotones infrarrojos emitidos por el suelo calentado por el sol. La energía de esos fotones no basta para causar reacciones químicas — para romper enlaces covalentes — sino que simplemente aumenta la energía de rotación y de vibración de las moléculas implicadas. El exceso de energía es a continuación transferido a otras moléculas, por las colisiones moleculares, en forma de energía cinética, es decir de calor, aumentando la temperatura del aire. De la misma forma, la atmósfera se enfría emitiendo energía infrarroja cuando se producen las correspondientes transiciones de estado vibracional y rotacional en las moléculas hacia niveles menores de energía. Todas esas transiciones requieren cambios en el momento dipolar de las moléculas (es decir, modificaciones de la separación de cargas eléctricas en sus enlaces polares) lo que deja fuera de este papel a los dos gases principales en la composición del aire, nitrógeno (N2) y oxígeno (O2), cuyas moléculas, por estar formadas por dos átomos iguales, carecen de cualquier momento dipolar.

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